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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Al Acecho


Es un problema la congestión que existe en horas puntas, por ejemplo en las mañanas. Me levanto muy temprano para ir a la universidad, salgo de casa 6:50 am para tomar el micro que me conduce a mi destino; ¡Ayayay! Eso es  lo peor,  ver que se aproxima el dichoso microbús con gente que se aglomera y desparrama por todas las salidas del vehículo.
Es bien cierto decir que parece al atún en lata (más aplastados no se puede estar). No me queda de otra que meterme como sea  al bus.
¡Momento de buscar un lugar donde sentarse!
 Otra  complicación de las mañanas es que está copado por escolares, aparte de gente  que desconozco su motivo de viajar en el mismo micro que remonto diariamente. Siempre me fijo  en no sentarme en los asientos reservados  por que luego viene un anciano(a) y me bota del lugar, así que para no pasar roche descarto la opción del asiento reservado.
Observo el uniforme del escolar para identificar si su colegio esta cerca, me paro frente a este asiéndole la guardia para que cuando baje  pueda de inmediato sentarme en el sitio que estuve vigilando ..
Siempre me siento al lado de la ventana para que nadie me rose o apachurre con su cuerpo, me cuido sobre todo de los hombres , quien sabe de sus pensamientos al rosar a una mujer, prefiero estar ostenta a ello.
Otro irremediable problema es el tráfico constante que se dispersa por todo Lima es como un pan de todos los días, ya aprendí a convivir con el caos constante, no se que se necesita, pero no me preocupa aún, no quiero estresarme.

1 comentarios:

Rafael Cabral Williams dijo...

siempre funciona lo de pararse adelante, por alguna razon, son los asientos que se desocupan con mayor frecuencia.

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