Fue una noche especial estar a su lado, caminar juntos de la mano, cruzar miradas incontables veces que revelaban verdades escondidas de dos corazones enamorados.
Como una niña me sentí, llena de alegría, segura porque estaba conmigo, pero a la vez algo nerviosa, creo que se me bajo la presión, es por eso que le agradecí por el calor de sus manos sobre las mías.
Siempre contento, tierno, gentil, jovial, atento, risueño, me gusta y lo quiero, me alegra verlo; ya no lo miro igual que al principio, antes no me importaba su presencia (aunque me causaba curiosidad conocerlo), siempre lo veía venir hacia mí con la sonrisa delineada en su rostro tratando de hablarme, hasta que decidí seguirle la corriente.
Oh! muy hablador me resultó para su poco dominio del español, pues no importó las barreras del idioma para poder congeniarnos.
Cuando recién nos tratábamos me dijo ¨tu ser bonita¨ y yo le respondí del mismo modo, intercambiamos sonrisas terminando con una frase de despedida ¨see you tomorrow¨. Es así que comienza nuestra historia que parece tornarse en un romance muy tierno.
Ambos sabemos el sentimiento que nos une, y que es mutuo. Retornando a aquella noche especial, en el taxi de regreso a mi casa él tomó mis manos frías para mantenerlas caliente, con una delicada frotación mis manos empezaron a entrar en calor, yo observaba cada acción que él realizaba, lo contemplaba con intensidad y por dentro en mi corazón había una gran revolución de latidos incontrolados, una llama que abrazaba todo mi ser con mucha pasión, mi corazón empezó a latir a toda carrera.Estábamos tan cerca uno del otro que nos miramos deseosamente a tal punto de dejar que nuestros labios se acariciaran abrazandose dulcemente dejando fluir nuestras emociones, fueron besos intensos cargados de mucha vibración que con palabras no podíamos expresar pero sí sentir.




